Es ella la que nos hace crecer porque nos obliga a mirar sin miedo
las muchas respuestas de una misma pregunta.
Y para que esto sea posible, Señor, protege nuestras decisiones,
porque la Decisión es una manera de rezar.
Danos coraje para que, después de la duda,
seamos capaces de elegir entre un camino y otro.
Que nuestro SI sea siempre un SI, y nuestro No sea siempre un No.
Que una vez escogido el camino, jamás miremos para atrás,
ni dejemos que nuestra alma sea roída por el remordimiento.
Y para que esto sea posible, Señor, protege nuestras acciones,
porque la Acción es una manera de rezar.
Haz que el pan nuestro de cada día sea
fruto de lo mejor que cada uno de nosotros lleva dentro.
Que podamos, a través del trabajo y de la Acción,
compartir un poco del amor que recibimos.
Y para que esto sea posible, Señor, protege nuestros sueños,
porque el Sueño es una manera de rezar.
Haz que, independientemente de nuestra edad o
de nuestras circunstancias,
seamos capaces de mantener encendida en el corazón
la llama sagrada de la esperanza y de la perseverancia.
Y para que esto sea posible, Señor,
danos siempre entusiasmo,
porque el Entusiasmo es una manera de rezar.
Es éste el que nos vincula con el Cielos y la Tierra,
con los hombres y los niños,
y nos dice que el deseo es importante, y
que merece nuestro esfuerzo.
Es éste el que nos afirma que todo es posible,
siempre que estemos totalmente comprometidos
con lo que hacemos. Y para que esto sea posible,
Señor, protégenos, porque la Vida es la única manera
que tenemos de manifestar Tu milagro.
Que la tierra siga transformando la semilla en trigo,
que nosotros sigamos transmutando el trigo en pan.
Y ésto sólo será posible si tenemos Amor:
por lo tanto, nunca nos dejes en soledad.
Danos siempre tu compañía,
y la compañía de hombres y mujeres que tengan dudas,
que actúen, sueñen, se entusiasmen y vivan
como si cada día estuviese totalmente dedicado a Tu gloria.
Amén.
(Paulo Coelho)
Amén.
(Paulo Coelho)
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